El hígado de vaca es uno de los alimentos más nutritivos que existen. Es una rica fuente de vitamina A altamente biodisponible (retinol), vitaminas del grupo B, incluyendo B12, hierro hemo, zinc, cobre, selenio y colina. Gracias a esta combinación única de nutrientes, el hígado de vaca apoya el sistema inmunológico, el metabolismo energético, la salud cerebral y del sistema nervioso, la calidad de la visión y la vitalidad general.

Sí, cuando se sigue la dosis recomendada, el consumo es seguro. Sin embargo, el hígado de vaca es uno de los más ricos en vitamina A (retinol), y un exceso de esta vitamina puede ser perjudicial. Por eso, es importante no exceder la dosis diaria recomendada y también considerar otras fuentes de vitamina A en la dieta o en suplementos.

Los animales criados exclusivamente a pasto consumen alimentos naturales, como hierba fresca y plantas. Gracias a esto, su hígado tiene un perfil nutricional significativamente más favorable que el hígado de animales alimentados principalmente con granos. Contienen más ácidos grasos omega-3, niveles más altos de vitaminas E y K2 y más antioxidantes, que apoyan la salud general del organismo.

La etiqueta "grass-fed" es ambigua y solo significa que el animal consumió pasto en alguna etapa de su vida, pero no especifica durante cuánto tiempo y con qué se alimentó el resto de su vida (a menudo se les alimenta con granos en los sistemas de engorde). En cambio, "grass-finished" (o "100% grass-fed") significa que el ganado fue alimentado exclusivamente con pasto y otros forrajes durante toda su vida, lo que garantiza una mayor calidad nutricional del producto.